Este es un día melancólico, pero esa melancolía feliz….jajaj….viva la contradicción, no? En realidad mi noche (jueves 09 de sept) empezó con cierta melancolía, pero me duró mientras cenaba a la luz de las estrellas y de los coches que pasan a lo lejos, por la carretera. Mientras tanto, escuchaba música que fui compilando en el spotify y entre esos temas sonaron las coplas de Atahualpa y me pasaron varios momentos por mi memoria. En pocos minutos me percaté de cosas que tengo grabadas a fuego y que supongo, no olvidaré jamás. Ese estado de tristeza se fue disolviendo, transformándose en alegría, por como fue evolucionando mi cabezota junto a mi vida en general, amando esas cosas que me gustan de mi y luchando con aquellas que detesto pero que también son parte de mi propio ser. Entre las cosas que reflexioné es como me alejé de las cosas que me hacían mal a pesar de estar cómodo con ellas. Estos días estoy solito, Sergio se ha ido de vacaciones con su familia por unos días. El domingo al mediodía llegan, mi vieja junto con Beatriz y unas horas después Sergio y ahí nos encontraremos todos.
Creo que el estado de esta noche tiene que ver con los cambios que se avecinan. Para los que no lo saben aún, regreso a Argentina durante un tiempo, durante algo más de un año. Luego de ese lapso de tiempo, la idea es regresar a Granada o a otro lugar del viejo continente. La decisión de volver a mi tierra me ha causado un doble sabor, por un lado me causa tristeza dejar esto, ya me he acostumbrado a vivir por acá muy cómodamente y he creado amistades fabulosas y por otro lado me hace ilusión la idea de volver a ver esas caras y escuchar esas voces conocidas y tan extrañadas en estos ya 16 meses fuera de mi querida argentina.
Otro sabor medio amargo pero no tan personal, es regresar a la realidad política y social tan dividida en nuestra tierra. Tantas cosas por mejorar y por hacer todavía. Lamento decir que viendo las cosas desde otra perspectiva no ha cambiado nada, siguen dividiendo las mismas cosas. El bicentenario que han festejado nos encontró tan divididos como hace 200 años. Este tema lo dejo para más adelante, en principio publico la parte personal y dentro de un par de días publicaré lo que opino a grandes rasgos de temas más genéricos.
Esto último lo escribo 30 días después, mamá y Beatriz ya llegaron y ahora están de viaje por Marruecos. Regresando a mis sentimientos encontrados con el regreso me sucede algo de lo que charlamos hace un tiempo con juanchi (M) me siento como en casa en los dos lugares (cuando estoy allá quiero estar acá y cuando estoy acá quiero estar alli) La sociedad Española y en concreto la Granaina, me han tratado como si fuera uno más de ellos, en ningún momento me han hecho sentir mal (bueno descontado dos gilipollas que me han sacado zumbando por ser argentino, pero esos no estaban enojados con los argentinos, estaban enojados ellos mismos en realidad….ajajaja). Entre las charlas que surgen con bea y mamá está la comparación inevitable de lo que se ve en las calles españolas con respecto a las calles argentinas y la diferencia es que la crisis acá pega solamente al que está sin trabajo y al pequeño comerciante en algunos casos. El resto de la gente hace una vida normal porque su poder de compra no ha perdido ni un céntimo. Realmente aquí vivir sale barato si vas al supermercado. Los productos de primera necesidad valen igual que en argentina y hasta más baratos, los restaurantes están con gente…bla bla bla, por lo cual de crisis aparentemente no es tal. Pero si está, la prueba de ello es que no se encuentran trabajos nuevos, el que lo tiene lo cuida porque está complicado conseguir cosas buenas para trabajar. En las ofertas laborales que se publican hay mucho engaño, mucho trabajo sin sueldo fijo, todo a comisiones y sin saber si cobrás algo o no. En fin. La crisis está, pero no es tan visible como todos creen en argentina.
Me queda justo un mes por este lindo lugar, ya charlaremos personalmente y les contaré detalles.
Abrazo a todos.
